Probablemente no sea una casualidad histórica el hecho de que, después de haber pasado un período en Halle y en Merseburg, el teólogo Friedrich Schorlemmer impartiera cátedra desde 1978 en la ciudad de Lutero, Wittenberg, y que fuera predicador de la iglesia Schlosskirche de la misma ciudad. A pesar de que no todos hayan podido tener esa imagen de él, se veía así mismo como un pupilo de Lutero con avidez y deseos de aprender. Schorlemmer desafió repetidas veces al Estado del SED, no obstante, no deseaba eliminar el socialismo como sistema político de la RDA. Como lo hiciera Lutero, su gran mentor, Schorlemmer no podía hacer menos que arremeter contra todo: contra el Estado, contra los gremios eclesiásticos (fue miembro del sínodo a partir de 1976 ), así como también contra los grupos de base. Él fue y sigue siendo poco ortodoxo, sobre todo, porque nunca fue partidario de ninguna ortodoxia, a no ser que su propia conciencia estuviera detrás de ella.

Friedrich Schorlemmer se hizo conocido en 1983 al figurar entre aquellos párrocos que, a pesar de los intentos de intimidación por parte del Estado y de la Iglesia, siguieron siendo partidarios convencidos del movimiento Schwerter zu Pflugscharen (convertir las espadas en arados). Mucho antes que otros, Schorlemmer abandonó la idea de la "Iglesia en el socialismo". En septiembre de 1987, habló de dicha idea como si ésta se encontrase en ruinas y describió un país cuyas esperanzas y perspectivas de futuro yacían también en ruinas. En junio de 1988, Schorlemmer dio un discurso en el congreso eclesiástico de Halle en nombre del Wittenberger Friedenskreises (círculo pacifista de Wittenberg) que concluyó con las 20 tesis que llevaban por título 20 Thesen zur gesellschaftlichen Erneuerung (20 tesis para la renovación social). Él exigía cambios en las estructuras sociales. "La sociedad actual se encuentra en ruinas, el Estado tiene que ser llevado a renunciar a sus pretensiones de omnipotencia y omnisciencia", afirmaba Schorlemmer. Pocos meses después, Schorlemmer hizo hincapié en la necesidad de que también en la RDA se formase una oposición legal como la que existía en Polonia y Hungría. 

Fue entonces casi inevitable que Friedrich Schorlemmer formase parte del pequeño grupo que prepararó a partir del verano de 1989 la fundación del movimiento Demokratischer Aufbruch (Despertar Democrático) y que la hizo realidad en octubre del mismo año. Schorlemmer se convirtió en uno de los personajes emblemáticos de dicho despertar. Él fue también uno de los oradores de la manifestación del 4 de noviembre de 1989, en la plaza Alexanderplatz de Berlín Este. En junio de 1990, Schorlemmer y otros más se retiraron del movimiento Demokratischer Aufbruch, debido a que dicho movimiento se había vuelto muy conservador y buscaba orientarse de manera demasiado unilateral a la CDU, partido de la RFA. Schorlemmer se hizo entonces militante del SPD y siguió siendo un contemporáneo combativo y con agallas. Los últimos 20 años han dado también crédito de ello, ya que ha seguido implicándose insistentemente en los debates públicos. 

Schorlemmer figura entre las pocas voces independientes de Alemania Oriental que gozan de interés en toda Alemania. Desde hace muchos años Schorlemmer causa un efecto enervante en algunos de los que fueran disidentes de la RDA, no por último, por iniciar una política de acercamiento con el partido de izquierda Die Linke; aunque nunca haya sido benévolo a la hora de juzgar las circunstancias que se vivieron en la RDA. Esto último nos hace afirmar que ha seguido siendo fiel a sí mismo y a Lutero: actuando con firmeza entre dos bandos, pero siempre siendo fiel a su esencia. Friedrich Schorlemmer se adaptó probablemente más rápido que muchos de sus críticos a la nueva Alemania.