Werner Schulz

geboren 1950 in Zwickau

Con 18 años, Werner Schulz fue partícipe de la Primavera de Praga y de su represión militar. Esto fue para él y para muchos otros de su generación en la Europa del Este la experiencia clave que permitió convertir a la joven generación del 68 en la generación madura del 89 (por cierto, qué casualidad que rotanto un 68 se obtenga un 89). El camino recorrido entre 1968 y 1989 fue largo, aunque, a fin de cuentas, fue también feliz y exitoso. En el mundo occidental, los de la generación del 68 deseaban una revolución y acabaron finalmente ocupando puestos institucionales bien remunerados, siempre que no se los encarcelara por actividades terroristas. En Alemania Oriental, la mayoría de los de la generación del 89 deseaban libertad y democracia, por eso se convirtieron en revolucionarios y en precursores de un futuro que, en su presente, no se atrevían ni a soñar. Uno de ellos fue Werner Schulz.

El licenciado en ingeniería alimentaria fue Bausoldat (soldado constructor) a mediados de los 1970. Después de la ocupación de Afganistán por parte de los rusos en 1979, Schulz protestó contra dicha invasión y perdió ipso facto su trabajo en la universidad Humboldt de Berlín. Antes de dicho hecho, ya había estado involucrado en grupos de base de la Iglesia. A partir de 1981, fue miembro del conocido círculo supraregional Pankower Friedenkreises (círculo pacifissta de Pankow) En los años 89 y 90, se distinguió rápidamente como uno de los representantes más carismáticos del movimiento Neues Forum (Nuevo Foro), cuyo trabajo apoyó desde un principio y al cual representó seis veces en la llamada Mesa Redonda Central. Werner Schulz destacó como uno de los oradores más perspicaces y de pulida retórica de la Asamblea Popular. De dichas cualidades dejó también constancia en el Bundestag alemán (Cámara Baja del Parlamento Alemán), al cual perteneció hasta el 2005 como representante del partido Bündnis 90/Die Grünen. Schulz encaminó la fusión de Bündnis 90 y del partido die Grünen (los verdes) en los años anteriores a 1993 como portavoz de Bündnis 90. 

Sus virtudes como orador son admiradas también fuera de su partido. Muchas veces logró conseguir posiciones en las listas o cargos electivos por saber cautivar al pleno. Cuando en 2005, el canciller Schröder disolvió de facto el Bundestag, Schulz dio un brillante discurso en contra de esta medida. Dicho discurso ha sido tomado desde hace mucho como modelo en cursos de retórica y es considerado como uno de los discursos contemporáneos más significativos. Schulz sigue siendo un inconformista, en ocasiones, un testarudo. Él tuvo y tiene siempre algo con que sorprender a sus amigos políticos. Precisamente el hecho de no cultivar ningún tipo de dogmas –salvo aquel que lo lleva a no tener ninguno– es una de las características típicas de Werner Schulz. De esto puede convencerse también ahora el Parlamento Europeo, del cual forma parte en calidad de diputado desde el 2009.

Ilko-Sascha Kowalczuk

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