En enero de 1986 se funda un grupo opositor que se dedica de manera ofensiva al tema de los derechos humanos. La Iniciativa por la Paz y los Derechos Humanos (IFM por sus siglas en alemán) defiende que sólo es posible conseguir una paz duradera en Europa si se instaura la democracia en los países del bloque del Este. Esto implica amplias reformas políticas en todas las dictaduras comunistas.

La IFM se diferencia de otros grupos opositores en que prescinde de una conexión con la Iglesia y, por lo tanto, de su protección. Con la publicación de la revista ilegal grenzfall atentan de forma consciente contra las leyes de la RDA. Los redactores no acatan el monopolio informativo estatal y se acogen a la libertad de prensa como derecho fundamental.

La Stasi infiltra confidentes en el grupo. Algunos miembros son arrestados y expulsados de la RDA. Pero a pesar de la gran persecución a la que es sometida, la IFM sigue activa. Sus actores marcan significativamente la revolución de 1989. Participan, por ejemplo, en iniciativas para fundar varios movimientos civiles y partidos. La propia IFM se convirtió en febrero de 1990 en una asociación política con miembros fijos.