Durante la segunda mitad de los años 1980 aumenta el número de grupos opositores. Éstos se organizan cada vez más de forma suprarregional y crean redes. Hasta 1989 surgen más de diez uniones de este tipo que reúnen a varios centenares de grupos. En la red Arche cooperan grupos ecologistas, y los grupos pacifistas mantienen el contacto a través de Frieden Konkret. Los objetores de conciencia también trabajan a nivel nacional.

Su principal función es el intercambio de información. Los contactos personales más estrechos permiten rápidas acciones solidarias en toda la RDA cuando un opositor es detenido. En seminarios y otros actos se discute sobre objetivos comunes y se practica el discurso libre en las argumentaciones. A pesar de estar interconectados suprarregionalmente, los grupos siguen trabajando de forma independiente. La inexistencia de una estructura central y su espontaneidad hacen que a la Stasi le resulte difícil controlar y atajar el creciente movimiento opositor.