Este país no es lo nuestro – culturas juveniles
En la RDA, los jóvenes deben construir con entusiasmo y defender hacia dentro y hacia fuera el Estado comunista. La mayoría, sin embargo, tiene otros intereses y quiere decidir sobre su propia vida. Las generaciones jóvenes se van sustrayendo cada vez más de la tutela estatal.
Los jóvenes en la RDA estaban sometidos a una amplia ideologización, disciplina y control social. El partido de Estado SED da especial importancia a la instrucción premilitar. De la educación se encarga la organización juvenil estatal FDJ. Su aspiración de ser la única representante de toda la juventud fracasa debido a la diversidad de intereses.
Surgen diferentes culturas juveniles alternativas. Se orientan hacia la música y ropa de las corrientes occidentales y hacia el espíritu de libertad, y se distancian del modelo de vida establecido por el comunismo. Los entusiastas del blues, los autoestopistas, los hippies o los punks provocan de forma intencionada o no al poder estatal y sufren en parte fuertes represiones. Algunos jóvenes se politizan y participan en los grupos pacifistas y ecológicos.