El “cambio” de Egon Krenz

El 18 de octubre de 1989, el funcionario del SED Egon Krenz es presentado como sucesor del jefe de Estado y de partido Erich Honecker. Krenz anuncia un cambio de dirección en el partido de Estado SED. Plantea la posibilidad de reformas y hace concesiones a los manifestantes. Los dirigentes del SED desean recurrir a una “política de diálogo” y no a la violencia. Esperan recuperar así la confianza perdida y volver a estabilizar su poder.

Pero la población considera a Krenz el príncipe heredero de Honecker y totalmente inadecuado para iniciar un verdadera democratización de la RDA. Su corresponsabilidad en el fraude electoral y el uso de la violencia contra los manifestantes es sabida, y su aprobación de la represión sangrienta de las protestas estudiantiles pacíficas en Pekín en junio de 1989 no ha sido olvidada.

Aún así, las concesiones y la renuncia a la violencia tiene un efecto concreto: Hasta ese momento, el poder del Estado parecía invulnerable. Ahora se muestra inestable y débil. Cada vez más personas se manifiestan en cada vez más lugares.