Heino Falcke

geboren 1929 in Riesenburg

Heino Falcke es tres cosas a la vez: Preboste de Erfurt , "oficialmente" en retirado; la figura de Moisés para los protestantes de Alemania del Este y un precursor de la revolución pacífica. Creció en Prusia Occidental y en Königsberg. Su padre, oficial en la Guerra Mundial y director de escuela nacional-prusiana, vio en 1945 como se le venía el mundo abajo. Su pequeño hijo Heino simpatizaba más con Lessing y Stifter que con las juventudes hitlerianas.

En la Junge Gemeinde (Juventud Protestante), descubrió su vocación cristiana. En otoño de 1946, Heino Falcke inició sus estudios de teología en la Kirchliche Hochschule (Instituto Superior de Estudios Teológicos) en Berlín Zehlendorf y estuvo rodeado, entre otros, de veteranos, mutilados de guerra y oficiales de Estado Mayor. Tras esta etapa, se traslada a Gotinga, donde se relaciona con Hans Joachim Iwand, en cuyo círculo se leía a Marx y se cuestionaba el aspecto social. A esto le siguió una corta estancia en Basilea, donde fue el asistente de Karl Barth, y, finalmente, su regreso a la RDA. La vida de los cristianos oprimidos en el régimen socialista le parecía más cercana a la verdadera Iglesia, a la Iglesia Confesora, que las instituciones eclesiásticas a nivel estatal y del pueblo en Occidente.

En 1956, Heino Falcke se pasaba el tiempo pegado a la radio, escuchaba reportajes transmitidos desde Budapest sintiendo una gran congoja. El final violento de la Primavera de Praga en 1968 destruyó su sueño socialista, pero no pudo acabar con su deseo de hacer de la RDA un país más soportable. Gran fama llegó a alcanzar el discurso que diera en 1972 en el sínodo de Dresde “Christus befreit - darum Kirche für andere” (Cristo libera – por eso la Iglesia puede estar ahí para los demás), un alegato a la libertad política y a la acción social madura y responsable. 

En los años ochenta se formaron en toda la RDA organizaciones pacifistas, ecológicas y defensoras de los derechos humanos; en parte surgidas dentro de la Iglesia, en parte fuera de ella, pero con la necesidad de obtener su protección. El Estado del SED exigía a la Iglesia que domesticara a esos librepensadores o que, en su defecto, los expulsara de su seno. El preboste Falcke se negó a hacerlo. Muchos de los protagonistas del cambio salieron de dichos grupos. Falcke trabajó incansablemente en 1989 como principal motor de la RDA en el Ökumenischen Versammlung für Frieden, Gerechtigkeit und Bewahrung der Schöpfung (Concilio Ecuménico por la Paz, la Justicia y la Conservación de la Creación). El otoño llegó y con él llegó también el despertar emancipador, que dio la impresión de desaparecer después del 9 de noviembre. Con la caída del Muro se privatizó la libertad. ¿Y qué sucedió con la fe? El Tratado de Unificación terminó uniendo también a las Iglesias, bajo las condiciones occidentales. "La Iglesia está pasando por un período en el que aprende de las grandes empresas cómo organizarse y qué estrategias seguir de acuerdo con la economía de mercado", escribió Falcke en 2009 en su libro Wo bleibt die Freiheit? (¿Qué ha sido de la libertad?). "Soy de la opinión de que la Iglesia tendría […] que apostar más por la capacidad de autoorganización de la sociedad civil”. Como sucedió en 1989.

En 1997, Heino Falcke fue uno de los firmantes de la Erfurter Erklärung (Declaración de Erfurt) "por la democracia social", en contra del capital, "poder que no tiene legitimación democrática". En ese entonces, Helmut Kohl veía a Falcke y a Friedrich Schorlemmer como "agitadores intelectuales y predicadores del odio en el camino de la traición". Se equivocaba. Han seguido siendo hasta hoy fieles a su causa, fieles a sí mismos y a la luterana "libertad de un ser humano cristiano". "La política puede que sea la política de lo posible" resumía Heino Falcke en 2009. "El arte de la esperanza cristiana radica en trabajar con tenacidad para llegar a hacer posible lo necesario". 

Christoph Dieckmann

Kontext

Blog aufrufen
Kontakte aufrufen
zum Seitenanfang