Hans-Jürgen Fischbeck

geboren 1938 in Tansania

Hans-Jürgen Fischbeck tiene un lugar especial en los recuerdos de mi infancia. Es mi padrino. Cuando visitaba a los Fischbeck tenía la impresión de estar haciendo excursiones a un mundo lleno de misterios. Los Fischbeck formaban parte de la RDA, sin ser, en realidad, parte de ella. La puerta de su casa era como un muro. Detrás de ella habían creado un mundo con parámetros propios, una vida propia. De este mundo formaban parte canciones cristianas, oraciones en la mesa, un piano, muchas cosas del mundo occidental y una vieja pareja de casados, que yo observaba con asombro, como si se tratase de dos figuras de un cuento de hadas. Los padres de Hans Jürgen habían vivido en Tanzania como misioneros y venían a los cumpleaños de sus hijos y nietos, trayendo un aire cosmopolita y un espíritu abierto a nuestro mundo tan cerrado.

Hans-Jürgen Fischbeck era físico, experto en números y en temas cristianos; lo cual a veces le hacía parecer un tanto apartado de la realidad. Tenía una voz cálida y suave e irradiaba casi siempre seriedad. Cuando ya éramos algo mayores, hablaba de Dietrich Bonhoeffer. La firmeza con la que lo hacía era sorprendente pero, al mismo tiempo, algo alarmante, porque infundía sentimientos de culpa a otros de manera sutil. 

Estaba lleno de la buena nueva, del "alegre mensaje", sin ser el mismo una persona alegre; era austero y disciplinado y llevaba consigo un portafolio muy viejo, seguramente como muestra de interés y solidaridad con el tercer mundo. Su compromiso político surgió de una profunda fe religiosa. Junto con otros cristianos, Hans Jürgen redactó algunos escritos en contra de la práctica y los principios de la marginación. Dichos documentos fueron formulados de tal manera que cualquier ciudadano medio no pudiera entenderlos, algo que no hacía por vanidad; todo lo contrario, él no era, en absoluto, alguien a quien le gustase posar delante de una cámara. Otros, en cambio, mostraban su mejor rostro, para entrar en la historia como personajes importantes, algo que no iba con su persona. Hans Jürgen dio un discurso sobre la paz, la justicia y el mantenimiento de la creación en el congreso ecuménico de 1989 en Dresde, un congreso eclesiástico. En sí, de lo que habló en su discurso fue de reformas en la RDA. 

En 1989, Hans-Jürgen fue uno de los fundadores de Demokratie Jetzt (Democracia Ahora). Abogaba por la democracia, no por el capitalismo. En mi opinión, fue y es un socialista religioso. Soñaba con un mundo liberado, redimido. Esto era la fuente de su fortaleza, pero también de su soledad. Durante dos años, representó al Bürgerbewegung (Movimiento Ciudadano), primero en la asamblea de concejales de Berlín Oriental y luego en el Parlamento de Berlín. Después, llegó a ser tutor de una academia evangélica. En sus textos, Fischbeck habla siempre de grandeza, verdad, esclarecimiento y de la vida después de la muerte. En uno de sus escritos, comentó que la fijación y el apego al dinero y a la obtención de beneficios puede ser tan destructivo como las acciones de la Stasi. 

Hans-Jürgen Fischbeck vive en una comunidad en el campo y sigue buscando unir el mundo de las ideas con el de la vida real. Algunos simplemente no pueden concebir su modo de pensar, pero él está consagrado al don de buscar siempre lo coherente. Si tuviera que describirlo con una palabra diría que es un buscador.

Stefan Berg

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