Los párrocos no suelen escribir declaraciones de guerra. Pero eso era lo que constituían aquellas frases que se abrieron paso entre la oposición de la RDA en verano de 1989: ‟Nuestra sociedad está condicionada por el monopolio absoluto del poder y de la verdad ejercido por el SED, que determina todas las relaciones dentro del Estado y de la sociedad. No obstante, el abismo que separa la pretensión ideológica y la realidad es cada vez más evidente”. Afirmaciones tan claras podían significar la detención, acusación y encarcelamiento de su autor. Y el documento escrito en la parroquia de la pequeña ciudad de Niederndodeleben, cerca de Magdeburgo, iba más lejos: ‟Para ello es necesaria una evaluación abierta de las bases del estalinismo y de su manifestación en la historia y el presente de la RDA”.

En pocas palabras, un ataque frontal. ‟Por supuesto que sabíamos lo que hacíamos”, recuerda Martin Gutzeit, uno de los dos autores del texto. El teólogo de Berlín Este desarrolló la idea del llamamiento junto con su amigo Markus Meckel, el párroco de Niederndodeleben. Ambos llevaban más de un año analizando cómo se podría movilizar y organizar a los grupos críticos de la RDA. El 22 y 23 de julio de 1989 habían llegado a una conclusión. Los dos amigos escribieron su documento y cuando consideraron que estaba terminado, lo celebraron con una botella de vino tinto.

Para Gutzeit, la declaración de guerra al SED era una consecuencia lógica de lo que había sido su vida hasta entonces. Siendo hijo de un párroco, se había negado por completo a prestar el servicio militar y después tuvo que estudiar teología, por ser la única opción que le quedaba. Como vicario y pastor evangélico y, finalmente, como lector en el convictorio de Berlín Este, organizó coloquios sobre paz y política –algo que iba en contra de los deseos de un sistema que se definía a sí mismo como “Estado de la paz”. Gutzeit sabía en lo que se metía: ‟Mi mujer y yo les explicamos a los niños lo que tenían que hacer en caso de que nos detuvieran”. Sospechaban que eran observados, si bien no adivinaban lo cercanas que eran las personas que informaban sobre ellos a la Stasi. 

Tras el llamamiento fundacional se creó el Partido Socialdemócrata, precisamente el 7 de octubre de 1989, día del 40º aniversario de la RDA. Dicho partido, abreviado SDP, pasaría a llamarse pocos meses después SPD. Gutzeit organizó la Mesa Redonda para este partido y participó en sus sesiones. Estuvo siempre a favor de una reunificación cautelosa, pero aceptó la vía rápida que deseaba la mayoría de los ciudadanos de la RDA. Como diputado de la única asamblea elegida libremente, participó en la autodisolución del segundo Estado alemán. Desde entonces, el tema de la RDA ha estado siempre presente en su vida: Ya sea como experto en el Bundestag o como Delegado del Estado de Berlín a cargo de los expedientes de la Stasi, Martin Gutzeit se sigue cuestionando cómo fue posible que la revolución terminase, contra todo pronóstico, de forma pacífica y de esta manera se haya convertido en un afortunado episodio histórico.