Roland Jahn

geboren 1953 in Jena

Hoy en día, cuando uno lo tiene delante, mesurado, soberano, sereno, relajado, a veces incluso reconciliador, él, el jefe de servicios del programa de la cadena ARD “Kontraste”, uno no se imagina ni por lo más remoto la tumultuosa vida que ha tenido este hombre.

Roland Jahn, haciendo gala de su modestia, nunca ha divulgado su biografía, raras veces habla públicamente sobre el pasado que ha dejado atrás, sobre la conclusión a la que llegó tras una brutal intervención de la policía contra sus amigos durante una fiesta de compromiso: “La república cría a sus propios enemigos del Estado”. Tampoco menciona que todas las universidades y escuelas superiores le cerraron sus puertas por criticar la expatriación del cantautor Wolf Biermann; que rechazó los intentos de captación de la Stasi; que siempre hacía lo posible por recordar a su amigo Matthias Domaschk, quien murió en 1981 en circunstancias sospechosas en las dependencias de la policía secreta dos días después de su detención; que decidió hacer que el SED imprimiera panfletos en conmemoración del primer aniversario de la muerte de Matthias Domaschk, para lo cual puso un anuncio en el periódico del SED: "En memoria de nuestro amigo Matthias Domaschk, que perdió la vida tras sólo 24 años”; que compró muchísimos ejemplares del periódico; que recortó el anuncio y lo pegó por todas partes en el centro de la ciudad. Roland Jan no menciona tampoco que en el desfile del 1 de mayo de 1982 osó colocarse junto a la tribuna con la cara pintada: una mitad como Hitler y la otra como Stalin; que se paseó por la ciudad con una pequeña bandera polaca en la bicicleta para manifestar su apoyo a Solidarność; que en 1983 fundó, junto con otros, la sociedad pacifista Jena, que fue muy importante para el movimiento pacifista en toda la RDA; que amenizó una manifestación destacada de la FDJ en Postdam con una pancarta que decía "Renuncia a la violencia”; que fue golpeado y detenido por ello; que en 1983 la RDA le concedió la expatriación más espectacular: Le tuvieron que esposar para meterlo por la fuerza en un tren en dirección a la República Federal.

En Berlín Occidental, Roland Jahn siguió siendo vigilado y perseguido por la Stasi, pero nunca le hicieron callar. Actuaba como intermediario y agencia al mismo tiempo. Prestaba apoyo a la oposición en la RDA, les conseguía impresoras, ordenadores, cámaras de vídeo, libros y periódicos, organizaba rutas de mensajeros para introducir las cosas en el Este, se encontraba con periodistas, políticos y artistas, informaba sobre la situación en la RDA y las exigencias de los disidentes. Era su portavoz. La información era siempre fidedigna y, por eso, las redacciones la publicaban. Sus reportajes para la televisión no eran sólo una vía de difusión de información sobre el cambio que se estaba produciendo en la RDA, sino que pueden considerarse parte misma de esta revolución.

Tras la caída del Muro, Roland Jahn siguió de forma incansable con su equipo de televisión tras las huellas de la dictadura y creó los reportajes más importantes que existen sobre la RDA.

Helmuth Frauendorfer

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