Sarah Jasinszczak

geboren 1965 in Berlin

Sarah Jasinszczak pasó su infancia y juventud en la plaza Arkonaplatz del barrio berlinés de Mitte. El padre, un comunista convencido y miembro de la Policía del Pueblo, no lo tuvo fácil con su hija. "Llevaba mucho la contraria, preguntaba mucho y no reconocía mucho su autoridad”. Sarah se interesó pronto por la literatura; le fascinaba especialmente Hölderin y la idea de sentirse imperfecta en medio de lo perfecto. Tenía un instinto especial para detectar las imperfecciones y las encontraba en todas partes. "Mis ideas políticas surgieron con las preguntas que tenía”.

A los 15 acudió a las primeras misas de blues y entabló amistad con los tipos de pelo largo que encontró allí. En la escuela tematizó la afirmación de Rosa Luxemburg acerca de que el KPD también había cometido fallos. En opinión de Sarah, como seres humanos, debíamos reconocer nuestros fallos. Sus profesores no eran de la misma opinión.

Le negaron la plaza para estudiar Filología Germánica y Sarah Jasinszczak decidió especializarse en exportación, si bien hacía tiempo que sabía que quería seguir otro camino, al que sólo podía acceder a través de la Iglesia. Allí encontró a personas que se planteaban las mismas cuestiones que ella. Trabajó en la fundación Stephan con discapacitados psíquicos y se formó como ergoterapeuta. Políticamente, se ocupó activamente del tema de la ecología a través del grupo pacifista de Weissensee. Sarah Jasinszczak quería averiguar las consecuencias de la catástrofe del reactor de Chernóbil y del depósito de residuos tóxicos de Schönberg. Escribió artículos para Umweltkalender y, para ello, acudió en 1987 a la Biblioteca sobre Medio Ambiente de Berlín. Allí se podían sacar libros que eran tabú en la RDA. Sarah Jasinszczak fue una de las personas que en los momentos difíciles invirtieron mucha energía para garantizar la capacidad de actuación del grupo opositor. Había que concienciar a la opinión pública: Se formularon declaraciones de protesta, se imprimieron panfletos y revistas clandestinas, se organizaron eventos.

Cuando detuvieron a su pareja, Andreas Kalk, en 1988, el abogado y colaborador de la Stasi, Wolfgang Vogel, le ofreció abandonar la RDA. "Pero marcharse nunca fue una opción”. Quería divulgar sus convicciones en la RDA. En mayo de 1989, participó en el recuento de votos de las elecciones comunales y se paseó por las calles de forma demostrativa con una gran urna electoral. Fue detenida y retenida en la cárcel de Rummelsburg hasta las cuatro de la madrugada. Durante su embarazo, siguió colaborando en el servicio de la Biblioteca sobre Medio Ambiente. Organizó vigilias en la iglesia de Gethsemanekirche en favor de los detenidos por motivos políticos en Leipzig y otras ciudades, no obstante, sus compañeros ya no la permitían participar debido a su embarazo.

Tras la revolución pacífica, tenía la sensación de, por fin, poder llevar a cabo lo que para ella era importante en la vida: Fundó una comuna rural con amigos y estudió pedagogía teatral. Lo que pretendía era que la gente joven pudiera experimentar vivamente la historia. "Así pueden aprender de ella y oponerse a la injusticia”.

Nanette Hojdyssek

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