Los ‟enemigos del socialismo” llegaron con las tijeras de podar. El 20 de febrero de 1988, 20 jóvenes ascendieron el monte Pfingstberg de Postdam hasta las ruinas del palacio Belvedere. Llevaban palas y otras herramientas de jardín y querían limpiar el parque Lennéschen de basura y matojos. 

Uno de esos ciudadanos activos que querían impedir la decadencia de su ciudad natal era Matthias Platzeck. En aquel entonces tenía 34 años y ya hacía tiempo que estaba descontento con la falta de consideración con la que el SED trataba los edificios históricos de Postdam. También quería llamar la atención sobre la contaminación del río Havel; un tema tabú en un Estado en el que la política medioambiental radicaba básicamaente en el encubrimiento.

Pero Platzeck había podido comprobar por sí mismo el terrible estado medioambiental de la RDA durante el tiempo que trabajó en el Insituto para la Higiene del Aire en Karl-Marx-Stadt y para la autoridad inspectora de higiene de Postdam. Mediante un sistema especial de medición del aire, consiguió demostrar valores extremos de smog. Sin embargo, los alarmantes datos fueron guardados bajo llave por órdenes de los superiores. Platzeck se sintió desilusionado, pero no se rindió. Fue entonces que registró en la Asociación Cultural tanto el grupo de trabajo Pfingstberg como el grupo de trabajo en favor del medio ambiente y el diseño urbano, ARGUS.

Platzteck y sus simpatizantes buscaban conseguir cierta libertad de acción sin arriesgarse a ser perseguidos por el SED. No obstante, para la Stasi eran enemigos del Estado. La fiesta en Pfingstberg organizada por Platzeck y alguno de sus colegas, el 10 de junio de 1989, mantuvo ocupado a un número considerable de los empleados locales de la Stasi. 3.000 personas participaron en la celebración, escucharon música y soñaron con un mundo mejor. Hoy se considera al ‟Woodstock del Este” como detonante de la revolución pacífica en Potsdam, bastión del SED por aquel entonces. Cuando más adelante quisieron conseguir un permiso para un encuentro de grupos ecologistas de toda Alemania, que ya había sido prohibido, Platzeck recurrió a la comunicación en lugar de a la confrontación. Con éxito: Tras una maratón de charlas con instituciones del partido y el Estado, consiguió el permiso. De la unión de los diferentes grupos ecologistas surgió durante la caída de la RDA en noviembre de 1989 la Grüne Liga (Liga Verde).

El defensor de los derechos civiles se convirtió en político de la noche a la mañana. Platzeck participó en la Mesa Redonda, fue ministro en el gabinete de Modrow y diputado en la primera Asamble Popular elegida libremente representando al partido verde. En octubre de 1990 accedió al Parlamento de Brandeburgo y el Primer Ministro Manfred Stolpe le nombró ministro de medio ambiente. Desde junio de 2002, Platzeck es Primer Ministro de Brandeburgo. Sigue siendo un hombre que busca el equilibrio, un moderado con tendencia a la armonía.

Algunos de sus compañeros de entonces no le perdonan que tras la elecciones de septiembre al Landtag de 2009 formara una coalición con el Linkspartei (partido de izquierdas), implantado por antiguos colaboradores de la Stasi. Le acusan de traición a los ideales de la revolución pacífica. Esto no ha hecho que sea menos popular, al contrario, Platzeck es más popular que nunca entre sus votantes.