Eva Reich

geboren 1943 in Essen

Eva Reich gusta de observar las cosas desde otra perspectiva y las analiza detalladamente. Estudió medicina en Jena y Berlín y vio en la RDA un país estrecho y pequeño. Puede que eso haya tenido que ver con los relatos de sus padres, ambos comunistas decepcionados, que vinieron desde la Cuenca del Ruhr a la RDA. El deseo más añorado de Eva era poder ver otros lugares del mundo. Para hacerlo realidad, se fue con su marido durante dos años a una ciudad académica al sur de Moscú. Aprendieron así el idioma ruso e hicieron en poco tiempo amistad con rusos, checos y polacos. Eva Reich se veía como parte de una comunidad centroeuropea, una comunidad que compartía un pasado común. Esto hacía inaceptable el limitarse a pensar sólo en términos de Alemania y sus fronteras.

El círculo de los viernes de Berlín, al que acudía un pequeño grupo de amigos con regularidad para intercambiar ideas sobre temas literarios, filosóficos y también cotidianos, se politizó tras el regreso de los Reich de la Unión Soviética. Durante la Perestroika, Eva Reich leía periódicos rusos, informándose sobre los cambios que tenían lugar en la Unión Soviética. Cuando se produjo la salida masiva de gente de la RDA, se llegó a la conclusión de que no era aceptable "seguir reuniéndose sólo para analizar la situación". Uno de sus hijos se había ido ya hacia el lado occidental, el otro también quería irse.

Eva Reich y su marido habían leído el libro Der vormundschaftliche Staat (El Estado tutelar), del crítico del régimen, Rolf Henrich. Estaban de acuerdo con sus teorías y dialogaban sobre su análisis. La Stasi los estaba escuchando. Los Reichs sabían que su casa estaba pinchada. Cuando Bärbel Bohley les preguntó si querían ir a Grünheide, a casa de Katja Havermann para fundar una nueva iniciativa, se mostraron de acuerdo.

Un día después del llamamiento de Neues Forum (Nuevo Foro), en septiembre de 1989, ya había gente sentada en el sofá de la familia Reich que lo quería firmar. Fue el inicio de un período muy intenso, en el que se tenían que conceder entrevistas y responder a la correspondencia recibida. Durante el día, Eva Reich intercambiaba ideas con sus pacientes, que luego se analizaban en casa durante la tarde y la noche. En casa de los Reichs había algo así como una central telefónica a la que llamaba gente de todas las regiones de la RDA para informar acerca de sus actividades. En otoño de 1989, reinaba un ambiente de “despertar”. 

Eva Reich observaba con sentimientos encontrados las negociaciones en la llamada Mesa Redonda Central, en la que defensores de los derechos humanos y civiles y representantes del régimen de la RDA debatían sobre las reformas necesarias. "En dichas reuniones se pasaban el tiempo sentados hablando, pero lo que se hacía era otra cosa". Lo que sí significó mucho para ella fueron las elecciones libres de marzo de 1990, por las que ella y sus amigos habían luchado. Eva Reich se tomó seis semanas libres en el trabajo para participar en la campaña electoral de Bündnis 90. Después de un año y medio lleno de turbulencias, inauguró en 1991 su propio consultorio. Eva Reich se siente hoy en día estrechamente ligada al círculo pacifista de Pankow.

Nanette Hoydyssek

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