Christoph Wonneberger

geboren 1944 in Wiesa

Christoph Wonneberger, antiguo párroco y coordinador de las oraciones por la paz de Leipzig, está sentado (de nuevo) totalmente relajado con las piernas cruzadas sobre el sillón de su casa en la colina artificial Fockeberg, en Leipzig, y reflexiona sobre su vida.

La mañana del 30 de octubre de 1989 representa un gran hito para los cristianos y los revolucionarios pacíficos. El hecho de que 200.000 personas se manifestaran por la circunvalación de Leipzig sin violencia y coreando frases como ‟Wir sind dasVolk (nosotros somos el pueblo), se debe en gran medida a él . Pero ese lunes, Wonneberger sufrió un infarto cerebral.

A los 45 años, el ataque de apoplejía le pilló de improviso y perdió el habla. La rehabilitación fue ardua y Wonneberger tuvo prácticamente que aprender nuevamente a vivir. El infarto le ha dejado huellas, pero, gracias a su voluntad de hierro, ha conseguido vivir su propio ‟renacimiento”.

En verano de 1968, Christoph Wonneberger vivió los conflictivos días de la primavera de Praga en Moldau repartiendo panfletos subersivos. El fin de la gran esperanza de libertad le afectó mucho, pero no se desalentó, aprendió polaco para poder solidarizarse con el movimiento Solidarność, y a principios de los 1980 comenzó su actividad en Dresde. De él y de la parroquia de Weinberg surgió la Initiative Sozialer Friedensdienst (Iniciativa por el Servicio Social Pacifista), que puso en marcha una red de oraciones por la paz en toda la RDA. En 1986 fundó el grupo de trabajo eclesiástico Menschenrechte (Derechos Humanos).

Wonneberger fue el iniciador de las oraciones por la paz, que pudo celebrar en la iglesia Nikolaikirche de Leipzig hasta agosto de 1988, mes en el que el párroco recibió una carta de sus superiores: ‟Estimado hermano, [...] constato que queda eximido de sus cargos actuales. Al Estado del SED le empezaban a incomodar las actividades de los cristianos. En palabras de Wonneberger: ‟La Iglesia debía ser también un órgano ejecutor del aparato del poder. Pero no con mi colaboración”.

Un ser rebelde como él no consentía que le mandaran callar. El 25 de septiembre de 1989, cuando aún no se podía imaginar ni en los mejores sueños el final pacífico de la revolución, Wonneberger volvió a hablar en la iglesia St. Nikolai: ‟El aparato de la Stasi, sus centurias, sus unidades caninas, son sólo ‟tigres de papel”; así que no les tengáis miedo”. Para infundirse valor, 2.000 personas abandonaron la iglesia cantando We Shall Overcome (Venceremos). Unas 6.000 personas sorprendieron a continuación al poder del Estado e incluso se atrevieron a caminar unos centenares de metros por la circunvalación de Leipzig.

Muchos siguen diciendo hoy: ‟Wonni era el hombre más importante para nosotros”. El halagado hace un gesto con la mano, restándole importancia a lo dicho. Ni lo confirma ni lo desmiente, pero bien sabe que hubo pocos que, en la época en la que nadie se atrevía a pensar en una revolución pacífica, estuvieran dispuestos a correr tantos riesgos. Su divisa fue siempre hacer público todo. ¿Sigue creyendo Wonneberger, tras la experiencia vivida, en la justicia en la Tierra? ‟Pues claro. En la justicia y en la verdad radica mi fuerza interior”.

Thomas Mayer

Kontext

Blog aufrufen
Kontakte aufrufen
zum Seitenanfang