La democratización del Estado y la sociedad en lo que aún es la RDA hace posible muchas cosas. Se crean diversas iniciativas políticas y sociales “desde abajo”.
Los ciudadanos se hacen independientes, ponen en marcha representaciones de intereses y privan de poder a los funcionarios del SED-PDS que aún ejercen cargos públicos. Se preocupan por el medio ambiente y la conservación de sus ciudades, crean revistas, se movilizan en favor de la educación y los derechos de los trabajadores. A menudo reciben ayuda espontánea y al margen de la burocracia de la RFA. Descubren el hasta ahora prohibido Occidente de formas muy diversas.
Los cambios se hacen patentes en la vida cotidiana de todo el país. En Berlín se vuelven especialmente visibles. El Muro desaparece y la ciudad dividida se va uniendo.